domingo, 2 de agosto de 2009

El cuento de los cuatro cerditos


En el corazón del campo vivían cuatro cerditos que eran hermanos. El Estado siempre andaba persiguiéndoles para hacerlos pagar sus deudas. Para escapar del Estado, los cerditos decidieron hacer un golpe.

El pequeño era muy paja y dejó todo en manos de los otros, para acabar antes y poder irse a seguir deglutiendo sin parar y mirar la tele.

El otro, apenas mayor, era de madera. Es el que habita a la izquierda de la derecha. Al ver que su hermano pequeño había rajado ya, se dio prisa para irse a morfar y descansar con él.

El siguiente en vez de cerebro tenia un ladrillo e insistía en que ellos no debían pagar nada y predicaba a favor del golpe contra el Estado y reivindicaba a cómplices de genocidas.

El mayor se cree de acero, pero tiene pies de barro. Es el que tranza con los massmedia y con la derecha neoliberal salvaje. Es un cerdo sin principios, sin moral y con una avaricia inconmensurable.

Este cuento no tiene fin.